Fénix es menuda, delgadita, como el palitroque de un cohete de feria. Poco cuerpo para un alma tan grande, que diría el otro. Porque cuando Fénix se sienta a escribir, la pasión corre libre desde su corazón hasta sus dedos. Algo que deja muy patente en este relato.
Gracias guapísima. Un besote.
"Cada mañana la contemplo al despertar, con la mirada lánguida y perezosa.
Conozco cada gesto de su cara, cada expresión de sus ojos. A veces, despierta risueña y con el rostro relajado ¡Parece tan niña y tan pequeña! Eso solo ocurre cuando sueña que la he abandonado. Me siento culpable por estar esperándola, por dormir en su almohada, y me contengo, alargando el momento, antes de darle los buenos días. Ya conozco su expresión cuando lo hago.
Se encoje, se contrae, sus ojos se empañan y se endurece su rostro. Sus labios se aprietan hasta desdibujarse. Su pelo se enreda como el de una muñeca sin vida y su cuerpo se convierte en un pesado lastre, aún siendo pequeña y liviana. Se contempla en el espejo, me observa de reojo, y me odia. Hace tiempo que no me mira a la cara. Me teme, me huye, me quiere lejos de ella.
¡Me duele tanto verla! Sabe que no me iré. Firmamos un contrato sin tinta ni palabras. Pudo seguir con él, fingir que aún le amaba, pudo olvidar sus sueños y renunciar a la esperanza. Ella, y sus locas ansias de libertad, corriendo a ciegas tras una felicidad imaginaria. Ella y su estúpido inconformismo, su búsqueda insaciable de alimento para el alma. Ella, que aún no ha descubierto que vive en tierra extraña ¿Y ahora qué? ¿Qué pensaba al hacerlo? ¿Qué esperaba encontrar? ¿Dónde estaban aquellos sueños locos que perseguía? ¿Dónde, aquel fogonazo de adolescencia tardía?
Buscó mi refugio y enarboló mi bandera, anheló la paz, y yo se la ofrecí, buscó el silencio y en mí lo halló; pero se equivocó, al creer que yo le devolvería aquello que perdió cuando su pequeña mente comenzó pensar. Ahí empezó su tragedia y su tormento. No sabe que la conozco como nadie, que la amo desde siempre y corro en pos de ella. Y ahora me reniega. Pretende expulsarme de su vida, sin saber que las dos somos una.
Y aquí estamos, ella odiándome, y yo aferrada a ella. Soy su amante lesbiana, soy su fiel compañera, la que nunca le falla, la que siempre la espera.
Soy aunque no lo quiera, su eterna soledad"
Conozco cada gesto de su cara, cada expresión de sus ojos. A veces, despierta risueña y con el rostro relajado ¡Parece tan niña y tan pequeña! Eso solo ocurre cuando sueña que la he abandonado. Me siento culpable por estar esperándola, por dormir en su almohada, y me contengo, alargando el momento, antes de darle los buenos días. Ya conozco su expresión cuando lo hago.
Se encoje, se contrae, sus ojos se empañan y se endurece su rostro. Sus labios se aprietan hasta desdibujarse. Su pelo se enreda como el de una muñeca sin vida y su cuerpo se convierte en un pesado lastre, aún siendo pequeña y liviana. Se contempla en el espejo, me observa de reojo, y me odia. Hace tiempo que no me mira a la cara. Me teme, me huye, me quiere lejos de ella.
¡Me duele tanto verla! Sabe que no me iré. Firmamos un contrato sin tinta ni palabras. Pudo seguir con él, fingir que aún le amaba, pudo olvidar sus sueños y renunciar a la esperanza. Ella, y sus locas ansias de libertad, corriendo a ciegas tras una felicidad imaginaria. Ella y su estúpido inconformismo, su búsqueda insaciable de alimento para el alma. Ella, que aún no ha descubierto que vive en tierra extraña ¿Y ahora qué? ¿Qué pensaba al hacerlo? ¿Qué esperaba encontrar? ¿Dónde estaban aquellos sueños locos que perseguía? ¿Dónde, aquel fogonazo de adolescencia tardía?
Buscó mi refugio y enarboló mi bandera, anheló la paz, y yo se la ofrecí, buscó el silencio y en mí lo halló; pero se equivocó, al creer que yo le devolvería aquello que perdió cuando su pequeña mente comenzó pensar. Ahí empezó su tragedia y su tormento. No sabe que la conozco como nadie, que la amo desde siempre y corro en pos de ella. Y ahora me reniega. Pretende expulsarme de su vida, sin saber que las dos somos una.
Y aquí estamos, ella odiándome, y yo aferrada a ella. Soy su amante lesbiana, soy su fiel compañera, la que nunca le falla, la que siempre la espera.
Soy aunque no lo quiera, su eterna soledad"
No hay comentarios:
Publicar un comentario